La incógnita del beso en el arte

Ariana Rodríguez
7 min readOct 21, 2020

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Desde el comienzo inesperado de tiempos llenos de mascarillas y distanciamiento social, algo contrario a lo que el ser humano ha estado acostumbrado, es bueno mirar los besos presentes en el arte. Podríamos hablar de Pablo Picasso, Costantin Brancusi, August Rodin o Edvard Munch, pero acá nos detendremos en Roy Lichtenstein, Lautrec y René Magritte. Cada uno de ellos pertenece a movimientos artísticos y se hicieron presentes en la historia en tiempos y espacios diferentes. Existen interpretaciones, significados y conexiones entre las obras y pensamientos de estos artistas al realizar las obras.

El foco serán tres obras, El beso de Lichtenstein, Los Amantes de Magritte, y En la cama: el beso de Lautrec, se observa algo en común: un beso. Apasionado, oculto, temerario o arriesgado, reflejando distintos significados mediante la misma acción. Por lo tanto, se investigará el intertexto que esbozan las tres obras mencionadas, teniendo en cuenta las coincidencias de pensamientos e ideales como también las diferencias e intenciones que se contraponen. Frente a este objetivo, se tomará como punto de partida el ideal de Aby Warburg, especialista de la historia artística y cultural del Renacimiento y el manierismo italianos, quien consideraba que cualquier documento, dato y detalle es importante para comprender la intencionalidad (en algunos casos) o el significado que le adquiere cada uno de los artistas que se abordará.

En primer lugar, Kiss II de Roy Lichtenstein es una obra de Pop Art de 1962 donde se representa un beso apasionado con una estética de cómic, algo usual en sus trabajos realizados. El autor de “el beso” es de los artistas más importantes en el Pop Art, un movimiento que se destacó por tomar imágenes y objetos de la cultura popular de la época, sacarlas del contexto donde estaban y darles un nuevo significado, además, considerando que esta vanguardia ha tenido gran interés en el consumo de masa y los bienes, es una forma de hacer valer a las obras como algo más alcanzable y cotidiano, modificándose o realizando una serie de ellas, de una misma temática. Algo similar lo hacía Duchamp con sus “Ready-Made”; las reediciones que suponen resignificaciones que incluyen temas más cercanos a las distintas clases sociales, convierten al arte en algo mucho más cercano, en algo más cotidiano.

En las obras de Lichtenstein el amor era un tópico usual, al igual que las figuras femeninas esperando a su amado. La estética que muestra el autor está inspirada a partir del cómic, pero no se explica en detalle al igual que éste, el contexto de dicha obra. Este aspecto se repite en las siguientes obras que se abordarán, en especial con Magritte. Ante la ausencia de explicaciones, es importante emplear lo que exponía Warburg, es decir, analizar considerando cualquier información como algo valioso para comprender más a fondo, ya que, como decía el investigador alemán, no es suficiente analizar las obras desde un solo punto de vista, porque los autores a veces quieren expresar más de una idea o sentimiento.

El Beso II, Roy Lichtenstein

De las tres obras que se mencionaron, Los Amantes de René Magritte es la más misteriosa. Dicha pintura es del año 1928, y es una representación de dos personas besándose con un velo en sus cabezas ocultando sus identidades. El autor tiene la particularidad de usar la pintura como una herramienta de conocimiento ligada a la filosofía, para lograr la sabiduría atada a lo que no admite explicación. En consecuencia, él no habló respecto al significado de la obra, esto abrió paso a múltiples interpretaciones por parte del público. Se generaron varias de ellas por lo conocida que se convirtió la obra, como el amor prohibido, la pasión, la presencia de una tercera persona que no permite que se besen, etc.

Magritte deja lugar a la intuición y el misterio, dado que la comprensión de sus obras se convierte en una manera de llegar a los lugares más ocultos de la mente, por ende, los encubrimientos del rostro muestran reflejo de que lo oculto tiene más importancia que lo reconocible. Estos pensamientos de Magritte tienen mucho sentido cuando recordamos que la principal corriente artística a la que se dedicó fue el surrealismo, un movimiento artístico y literario que intenta sobrepasar lo real impulsando lo irracional y onírico a través de la expresión automática del pensamiento o del subconsciente. Por lo tanto, se puede identificar una architextualidad, a partir de los cinco tipos de relaciones transtextuales que expone Gérard Genette, un teórico francés.

Este artista, además de realizar pinturas relacionadas al movimiento surrealista, en el que pintaba obras más oscuras relacionadas a lo psicológico, tuvo una etapa inmersa en el impresionismo, en la que se podía denotan expresiones ligadas al goce, el amor y el placer, un aspecto relacionado a las temáticas que expone Toulouse Lautrec, en específico, su obra En la cama. Dicha relación se trata de una intertextualidad por la relación implícita entre ambas obras. Además, volviendo al Pop Art, y teniendo presente que es un movimiento posterior al surrealismo, debido al conocimiento que obtuvo Magritte en Estados Unidos, éste llegó incluso a ser una gran influencia e inspiración para las obras de Roy Lichtenstein.

Los Amantes, René Magritte

Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec fue un pintor francés posimpresionista. Uno de sus trabajos más usuales era retratar la vida nocturna de París y justamente el cuadro “En la cama: el beso” es una reproducción de un cabaret de París. El momento en el que se desarrolla esta obra es en una época conocida como Belle Époque, un mundo de placeres del París de finales del siglo XIX. A Lautrec no le interesaba tanto el contexto histórico, sus temas de interés para las obras tenían que ver con la sociedad del momento pero desde un punto de vista más personal. Esto es algo que pasaba anteriormente en el arte con el realismo, pero con muchas técnicas de pintura del Impresionismo.

En la pintura de Toulouse-Lautrec se ven a dos mujeres besándose y abrazándose en una cama. A primera vista no sabemos si son una pareja, amantes o solo una relación casual, pero al buscar el significado de la obra, nos encontramos que el autor pintó “En la cama: El beso” junto a otra serie de cuadros para el salón principal de un prostíbulo. Lautrec pasaba mucho tiempo en prostíbulos y era amigo de las mujeres que trabajaban allí. El con su pintura trataba de reproducir cómo las mujeres buscaban afecto con sus compañeras, afecto que carecían a la hora de trabajar. En esta obra se muestra el lesbianismo como algo erotico y también tierno.

En la cama: el beso, Henry Toulouse Lautrec

Muchos artistas, de distintos movimientos, han realizado obras de un beso, pero acentuando la mirada en Lichtenstein, René Magritte y Toulouse-Lautrec, los tres han realizado más de una obra con la misma temática. Se trata de El Beso V del artista Pop Art, Los Amantes II del autor surrealista y En la cama del autor postimpresionista. En la primera mencionada ambas personas se dan un beso pero, a diferencia de El Beso II, la mujer tiene lágrimas en los ojos, lo que puede hacerle adquirir a la obra un sentimiento más nostálgico y triste, la sensación de una despedida, entre otras interpretaciones. En Los Amantes II, si bien las dos personas presentes no están dándose un beso, se observa una construcción muy parecida a Los Amantes, a diferencia de ésta miran al frente, como si observaran al espectador y el fondo en vez de ser un azul difuminado, es en un sitio verde al aire libre. por su parte, Lautrec ha hecho varias obras en las cuales están dos mujeres están en la cama, en las otras se las puede ver observándose a los ojos, una mirada que en un principio pensamos que puede ser de amor, pero si ponemos en contexto nos damos cuenta que también hay cierta protección y compañía entre ambas mujeres por el mundo hostil en el cual transitan. Por lo tanto, esta similitud entre las obras, es posible determinarla como una intertextualidad, ya que mediante la reconstrucción de la estética (colores, técnica) crearon un contenido con un significado distinto, a su vez, conectado con el anterior. Asimismo, vale mencionar la architextualidad que se puede denotar en los trabajos de Lichtenstein, que están relacionados con el movimiento pop art, como los de Magritte con el movimiento surrealista, y, por último, lo de Toulouse Lautrec con el movimiento posimpresionista.

El beso V de Roy Lichetenstein. En la cama de Henry Toulouse Lautrec y Los Amantes II de René Magritte

Los besos son un tópico que estuvo presente durante muchos años en la historia del arte. Los cuadros de René Magritte, Toulouse Lautrec y Roy Lichtenstein nos han hecho pensar y reflexionar distintos significados en base a contextos diversos y contrapuestos. Pero si abrimos el panorama se pueden descubrir conexiones entre las tres. Las intertextualidades y conexiones entre Magritte y Lautrec, y Lichtenstein con Magritte son una prueba de ello. Como hemos analizado, todas las obras son parte de una colección a la que pertenecen, y pensarlas ancladas en un conjunto les da un significado más enriquecido a diferencia de pensarlas por separado; la clave para comprender las conexiones y relaciones fue el pensamiento expuesto por Warburg, que nos interesó a indagar e interrogarnos acerca de lo que pensaba cada artista.

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Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social. Periodismo. Cincosaltense.

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